Trabajadores del Instituto de Ciencias Forenses (INCIFO) se confrontaron en las inmediaciones de la dependencia a través de dos protestas en las que, por un lado, se denunciaron carencias de materiales y tratos degradantes a los cuerpos que reciben, mientras que otros sostuvieron que los señalamientos están motivados por intereses de perjudicar a la institución.
La mañana de este miércoles, un grupo de funcionarios salió de las instalaciones del INCIFO acompañado de carteles en los que expresaron consignas a favor del trabajo en el instituto y en rechazo a las protestas que en días pasados realizaron otros trabajadores, en las que expusieron diversas situaciones que consideraron como malas condiciones laborales.
Entre gritos de “Yo defiendo al INCIFO” y “No nos representan”, los funcionarios dieron lectura a un pronunciamiento en el que expresaron que “levantamos la voz porque no compartimos las formas ni los fines de quienes desde una postura parcial y personalista han hecho declaraciones ante medios y organizaciones”.
Con ayuda de un megáfono, remarcaron su rechazo al “movimiento encabezado por el trabajador Rubén Cruz Jerónimo y el grupo minoritario que lo acompaña, toda vez que sus declaraciones no fueron consensuadas ni representan la postura general del instituto”.
Aunque individualmente algunas de las manifestantes expresaron que se ven obligadas a comprar materiales de trabajo con recursos propios, en su pronunciamiento afirmaron que el grupo de trabajadores que señala diversas carencias “omite intencionalmente la existencia de insumos, recursos y protocolos con los que sí contamos para realizar nuestras funciones”.
Frente a medios de comunicación, rechazaron los señalamientos de que en el INCIFO se realiza mal manejo de los cuerpos, a lo que una mujer, inconforme con su posicionamiento, respondió mostrando diversas fotografías y videos en los que aparecen cadáveres siendo utilizados como parte de bromas entre trabajadores.
Tras la muestra de los materiales gráficos, trabajadores a favor y en contra de la manifestación comenzaron a empujarse e insultarse, hasta que personal del Poder Judicial de la Ciudad de México intervino con una valla humana para impedir que continuara la confrontación, lo que terminó con la protesta a favor de la labor que se realiza en el Instituto Forense.
En respuesta al pronunciamiento de los trabajadores que se manifestaron a favor de las circunstancias en las que actualmente se encuentra el INCIFO, los funcionarios inconformes indicaron que “es cierto que no los representamos, porque nosotros tenemos ética“.
Desde la puerta del instituto, y con ayuda de un micrófono y una bocina, reclamaron que quienes no encuentran motivo de inconformidad son personas que no tienen trabajos en los que deban estar en contacto con los cuerpos, o que al ser amigos de los directivos cuentan con materiales de protección de mayor calidad a los que recibe el resto del personal.
Por su parte, Cruz Jerónimo, quien fuera señalado de liderar a los inconformes, comentó que el panorama en el INCIFO actualmente es “crítico”, lo que los ha motivado a manifestarse “para que nos voltearan a ver las autoridades, pero no lo han hecho, y en lugar de eso mandan a una contraprotesta con gente cercana a los directivos“.
“Aquí la cuestión más importante es que se responda por qué la encargada de la dirección y el subdirector técnico están tolerando tantas cosas que acontecen en el instituto, y por las cuales nosotros estamos protestando”, apuntó el médico forense.
De acuerdo con Jerónimo, entre las personas que participaron en la “contraprotesta” se encontraban algunas de las que aparecen en videos donde se observa el maltrato de los cuerpos, por lo que cuestionó su calidad como trabajadores y llamó a que se investigue y sancione a quienes participaron en esos actos,
A pesar de que dijo que quienes se han quejado de las condiciones en que trabaja el INCIFO han sufrido represalias, anunció que continuarán realizando denuncias por diversos medios, “porque estamos solicitando lo justo. No pedimos más que material de calidad y que nos dejen trabajar”.
“Yo no sé si la sociedad y las autoridades vayan a ser permisibles después de que se han filtrado imágenes sumamente serias en cuanto al maltrato de cuerpos por esta misma gente”, cuestionó.
Documentos proporcionados por los trabajadores inconformes a Animal Político muestran que el reclamo para que se mejoren las condiciones de trabajo data al menos desde septiembre de 2024, cuando fueron enviados diversos escritos a la dirección del INCIFO.
Los manifestantes leyeron un pronunciamiento en el que rechazan sentirse representados por los trabajadores inconformes y afirmaron que su defensa es al INCIFO.
📹: @ere_aquino pic.twitter.com/a9DNnImFNh
— Animal Político (@Pajaropolitico) June 25, 2025
Sin embargo, ante la falta de respuesta por parte de las autoridades del instituto, los trabajadores iniciaron un paro activo el pasado 20 de junio, con manifestaciones a las afueras de las instalaciones del INCIFO, aunque sin suspender sus actividades, “porque entendemos perfectamente que cerrar por completo perjudicaría a quienes vienen a hacer trámites”.
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Las protestas de los trabajadores que reclaman mejores condiciones han sido acompañadas de colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, quienes el viernes pasado reclamaron que “ni hay insumos para las perfilaciones de los restos, y muchos de los hallazgos que hemos tenido en campo los está estudiando la Fiscalía ante la falta de materiales aquí, lo que hace muy difícil y tardado que nos den resultados”.
Las Naciones Unidas y otras organizaciones de ayuda humanitaria han cuestionado la forma en que se están distribuyendo los alimentos en Gaza.
Al menos 46 personas que estaban esperando para recibir alimentos murieron por disparos del ejército israelí en dos incidentes en el sur de Gaza, de acuerdo a reportes del personal paramédico y rescatistas que trabajan en la zona.
Las agencias de atención humanitaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han condenado el sistema de distribución de alimentos en esta región apoyado por Israel y Estados Unidos, y lo han considerado “una abominación” y una “trampa mortal”.
Estos incidentes mortales se han vuelto más frecuentes en los últimos días, aunque han generado poca atención por fuera de Gaza desde que Israel atacó Irán hace más de una semana.
Sin incluir este último reporte, la ONU ha dicho que más de 410 palestinos habrían muerto por disparos o bombardeos israelíes desde que la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) comenzó a operar a fines de mayo.
¿Por qué la vida de nuestros niños vale tan poco?”, reclama Umm Raed al Nuaizi, una mujer viuda cuyo hijo fue herido cuando iba a recolectar comida para su familia hambrienta en la parte central de Gaza.
“Mi hijo fue por harina para poder comer él y sus hermanos, pero ahora está en una unidad de cuidados intensivos”, anota.
Imágenes del hospital al Awda, en el campo de refugiados de Nuseirat, muestran escenas caóticas con jóvenes heridos de bala que son ingresados al centro médico, muchos de ellos gimiendo de dolor y cubiertos de sangre.
Todas las camas del hospital se ven llenas y las imágenes muestran a las víctimas en el suelo.
En las imágenes también se ve a un hombre mayor que yace muerto, mientras su esposa le toma el rostro con un gesto de dolor.
Los funcionarios del hospital y la agencia de Defensa Civil de Gaza, dirigida por Hamás, informaron que al menos 21 personas murieron y otras 150 resultaron heridas en el reciente incidente.
Testigos señalaron que miles de personas se encontraban en el punto de despacho de alimentos de la GHF en una zona militar israelí cuando los soldados abrieron fuego.
Las Fuerza de Defensa de Israel (FDI) indicaron que se había “identificado una reunión en un área adyacente a las tropas de las FDI que operan en el corredor de Netzarim”.
“Se ha reportado que varias personas resultaron heridas debido al fuego de las FDI en el área. Se están investigando los hechos”, señalaron en un comunicado.
Las autoridades de la GHF indicaron que “no hubo incidentes cerca de los lugares de reparto de comida durante esta mañana”.
Paramédicos y rescatistas informaron que, además, al menos 21 personas murieron cerca de un centro dirigido por la GHF en el sur de Gaza, en la mañana del martes.
Un testigo dijo a la BBC que había ido a un punto al norte de Rafah a las 05:00 hora local, pero poco antes de la hora de apertura, prevista para las 10:00, los tanques israelíes avanzaron hacia ellos y abrieron fuego sin previo aviso.
“Los disparos fueron directo contra los civiles y se podía ver sangre por todas partes”, dijo Hatem Abu Rjileh.
“Todos a mi alrededor terminaron heridos. Había más de 30 a quienes nadie pudo venir a ayudar. Nosotros solo pudimos sacar a un familiar y llevarlo con nosotros”, añadió el testigo.
Por su parte, las fuerzas israelíes le dijeron a la BBC que “contrario a los reportes que han sido difundidos, las FDI no tienen conocimiento del incidente en cuestión en Rafah en el punto de distribución de comida”.
Israel alivió su bloqueo sobre Gaza hace un mes y la GHF comenzó a operar unos días después. Esta organización señala que hasta el momento ha entregado cerca de 41 millones de viandas de comida.
La GHF está oficialmente clasificada como una organización privada, está respaldada por Estados Unidos e Israel y no se conoce mucho sobre cómo se financia. De hecho, usa un equipo privado y armado para su seguridad.
La ONU y otros grupos de ayuda humanitaria han rechazado colaborar con esta fundación, a la que acusan de cooperar con las metas de Israel en su guerra contra Hamás de un modo que viola los principios humanitarios.
Sin embargo, Israel considera que la GHF es una pieza clave en el nuevo plan de ayuda a los gazatíes y señala que socavará lo que queda del control de Hamás en Gaza.
Tras conocerse la noticia de los últimos incidentes, un portavoz de la oficina de derechos humanos de la ONU, Thameen al Kheetan, ofreció una sesión informativa en Ginebra condenando el sistema.
“El mecanismo militarizado de asistencia humanitaria de Israel contradice las normas internacionales sobre distribución de ayuda”, declaró.
“La militarización de la entrega de alimentos para civiles, además de restringir o impedir el acceso a servicios básicos, constituye un crimen de guerra”, añadió.
El vocero además señaló que correspondía a los tribunales decidir si se habían cometido crímenes de guerra.
En declaraciones a la prensa en Berlín, Philippe Lazzarini, director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), declaró: “El supuesto mecanismo recién creado es una abominación que humilla y degrada a personas desesperadas. Es una trampa mortal que cuesta más vidas de las que salva”.
Ante la solicitud de una respuesta a las recientes críticas de la ONU, las FDI le explicaron a la BBC que permiten a la GHF “operar de forma independiente en la distribución de ayuda a los residentes de Gaza” y que están “trabajando para garantizar su distribución segura y continua, de conformidad con el derecho internacional”.
La idea de Israel de una nueva fase de la guerra en Gaza, presentada hace varias semanas, no se ha materializado.
Esto implicaba que la GHF gestionara los únicos puntos de distribución de ayuda.
Por ahora, Israel sigue permitiendo la entrada a Gaza de decenas de camiones con asistencia básica para la ONU y otras organizaciones humanitarias.
El sábado, World Central Kitchen informó que los camiones de ayuda habían llegado a sus equipos en Gaza por primera vez en más de 12 semanas, lo que les había permitido reanudar la preparación de alimentos en algunos de sus centros.
Sin embargo, el volumen de provisiones sigue siendo insuficiente y los expertos advierten que Gaza sigue al borde de la hambruna.
En la ciudad de Gaza, un padre de cuatro hijas nos contó que su familia se limitaba a comer pan y sal, pero que no arriesgaría su vida para acudir a los centros de ayuda del GHF.
“Las llaman zonas de la muerte”, dijo Mahmoud al Ghura.
“Mi hijo ya ha sido martirizado. Me temo que si fuera a buscar un saco de harina, volvería con mi cuerpo metido en un saco. Todos los días la gente va allí y muere. ¿Qué vamos a hacer?”.
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